A pesar de llevar toda la vida trasteando con ordenadores, no fue hasta la edad de 25 años en la que decidí (o me vi empujado) a cambiar mi carrera profesional y enforcarla al
Esos 3 meses fueron sin duda los que provocaron que dejase un poco de lado la administración de sistemas y me enfocase en la programación. Fuimos 3 los que empezaron (alumnos de distintos centros) y siendo una empresa pequeña (solamente 2 empleados que se dedicaban al desarrollo propiamente dicho) me sorprendió la atención que recibimos. Dudas resultas con paciencia, pair programming, confianza a la hora de trabajar con clientes finales...
Terminado el periodo de prácticas estuve unos meses trabajando como asalariado, pero al poco tiempo cambié de empresa. Pasé de una empresa con 3 desarrolladores web a otra con 12 empleados que programaban para distintas plataformas. También había algún que otro becario.
Con el tiempo, llegó el periodo en el que se puede solicitar a universidades o centros de secundaria estudiantes para que empezasen a saborear las mieles de la programación. Mi jefe me preguntó si necesitaba a alguien para que me echase una mano en el área de desarrollo web y recordando mi maravillosa experiencia le dije que sí. En ese momento tenía mucha carga de trabajo y tenía la certeza de que un becario aliviaría mi pesada carga. Error.
Sin culpar al estudiante, me vi encerrado en una espiral de preguntas constantes, errores inesperados y mucho trabajo. No pude ser el mentor que yo mismo tuve y la paciencia se perdía conforme se acercaban las fechas de entrega de proyecto. No había tiempo para charlas amigables y bueno, al fin y al cabo, yo era el único que tenía algo que perder.
Creo que algo que compartimos todos es que las prácticas en una empresa de IT son distintas a otros sectores. En todos los casos que conozco se ha delegado cierta responsabilidad desde el primer día y las empresas quieren sacar rendimiento inmediato del estudiante (cosa que veo totalmente lícita) pero esto no siempre sucede así.
Esa experiencia me hizo pensar en mi propio periodo de prácticas y en cómo pueden variar de un lugar a otro. A día de hoy soy incapaz de definir las variables que provocan una experiencia satisfactoria: ¿el tamaño de la empresa? ¿la actitud del mentor? ¿del estudiante? ¿la carga de trabajo?
Y vosotros, ¿qué pensáis de la figura del becario?
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